Los 3 grandes beneficios de contarle historias a tus clientes

Los humanos somos curiosos. ¿Lo notaste? Cuando alguien nos cuenta una de sus historias, se nos hace inevitable prestar atención. Esto no es solo porque un relato nos resulte entretenido sino que, a través de él, logramos empatizar, acercarnos, y conectar con las demás personas.

Hacer uso del storytelling te será de mucha utilidad si querés llamar la atención de tus clientes y que te conozcan. Vos y tu marca tienen historias para contar. Narrarlas te permite tocar las emociones de tu audiencia y hacer la diferencia.

Son muchos los beneficios que los relatos te brindan a vos y a tu negocio. Pero, en grandes líneas, podemos dividirlos en tres:

1 – Historias para captar la atención

Hasta los niños más activos hacen una pausa cuando les atrae un cuento (o película). El primer potencial que tienen las historias es ese, llamar la atención de tu cliente. Lo cautiva, e incluso lleva a que quiera conocerte más.

Por supuesto que lo que vas a contarle debe resultar interesante. De hecho, narrar historias no significa limitarse solo a lo escrito. También podés explorar otros formatos audiovisuales.

2 – Vincularte con el cliente

Si la historia que contás le resulta familiar y se identifica con ella, va a empatizar con vos. Hablar desde lo cotidiano genera cercanía, y eso se traduce en confianza. Y esta, es clave para que tu marca no sea una más ante la audiencia.

Nadie quiere hablar con máquinas. Preferimos interactuar con personas. Así que ponerle tus sentimientos, emociones o pensamientos al relato te ayuda a humanizar tu negocio. 

Animate a narrar tus dificultades y celebrar tus logros desde la sinceridad, mostrate transparente, como una persona igual al cliente, lista para escucharlo.

3 – Transmitir eso que te distingue

Comunicar tu propuesta de valor a través del storytelling también permite que tu cliente te diferencie de la competencia. Que entienda qué te mueve, qué te inspira, y desde qué lugar te estás comunicando.

Muchas veces esas historias son la llave para que tu lector pase a la acción y te elija a vos. Porque a través de lo que le contaste lograste que confíe. ¡Demostraste que sabés lo que le ofrecés!